La dichosa culpa…
Muchas veces tomar esta decisión nos lleva a movernos en la dicotomía de ser buena o mala madre, y con ello aterriza sobre nuestra maternidad, sin avisar, la dichosa culpa, esa que parece que nos persigue a las madres allá donde vayamos.
Es cierto que me considero totalmente pro-lactancia, no os lo voy a negar, soy madre que amamanta y me apasiona nuestro diseño perfecto. Pero CUIDADO, hay mucho de lo que hablar respecto a la decisión de amamantar, y precisamente el ser o no ser buena madre no entra en esta cuestión.
Ninguna de nosotras somos malas madres, tomamos las decisiones que cada una pensamos es lo mejor para nuestros bebés y para nosotras mismas, y sea cual sea esa decisión, lo haremos bien, porque somos las mayores expertas de nuestras maternidades y nadie mejor que nosotras sabe lo que es mejor para nuestros bebés.
Lo que ocurre es que no podemos amamantar feliz, libre y cómodamente en una sociedad que camina paradójicamente con la maternidad, la crianza, la conciliación y la lactancia materna.
Remitiéndome de nuevo a la OMS, además de hablarnos de los beneficios del amamantamiento, nos enfatiza muy bien, y claro, que para poder establecer y mantener una lactancia materna óptima (o yo diría feliz, libre y cómoda), necesitamos contar con información y apoyo. Bien, no voy a ir más lejos:
- Información: no tenemos, ya no. Hemos perdido la cultura del amamantamiento, esa que recibíamos de las abuelas, de sus madres, y de nuevo de sus abuelas, que sacaban adelante a doce hijos amamantando y nadie lo cuestionaba. Además, en muchas ocasiones, la información que nos llega no es la adecuada, aún viniendo de profesionales.
- Apoyo: Ninguno, todo lo contrario, muchas veces recibimos presión, por amamantar y después por dejar de hacerlo. Presión de otras madres, de familiares, de profesionales, y de la sociedad en general. Tristemente, la lactancia materna no es apoyada.
La lactancia materna no es apoyada.
- 16 semanas de baja por maternidad no es apoyar la lactancia.
- Las salas de lactancia materna en los centros comerciales no es apoyar la lactancia.
- Profesionales indicándote que des a tu bebé 15 minutos cada pecho, cada tres horas, no es apoyar la lactancia.
- Decirle a una madre “¡¿No le das el pecho a tu bebé?!” con cara de haber visto un fantasma no es apoyar la lactancia.
- Decirle a una madre en plena crisis de lactancia “tu bebé se queda con hambre” no es apoyar la lactancia.
- Y podría seguir así muchas líneas más.
Tu bebé quiere una mamá feliz.
Como profesional de salud mental perinatal y lactancia materna, considero fundamental el bienestar emocional durante la lactancia, el disfrute por parte de la madre y su bebé es clave para que todo vaya bien. La lactancia materna es mucho más que una forma de alimentar, es una relación, un vínculo estrecho, es contacto y cariño, es consuelo, es presencia, pero para que una madre pueda ofrecer todo esto a su bebé, necesita sentirse bien, sostenida y empoderada, algo que sin información y apoyo es complicado de alcanzar.
En Maternando Piel con Piel intentaré ofrecerte toda la información y apoyo para que desde ahí, puedas decidir libremente, sin presión y sin prejuicios, qué deseas en tu lactancia. La decisión es tuya, tu eliges amantar, cómo y hasta cuándo, sea como sea, lo estás haciendo bien, pero recuerda: ¡Tu bebé quiere una mamá feliz!